31 mayo 2009

17. Somos cool


Somos demasiado cool. Por eso, mandarte un mensaje o escribirte en el tuenti me parece absurdo. Hace un par de días pensé que estaría bien escribirte un post-regalo. Hoy, cuando me he levantado, la segunda opción me ha parecido aún peor, incluso un poco sucia, porque, por mucho que intente seleccionar y precisar mis palabras, siempre acabarán viciadas por los tópicos que la gente no-cool utiliza y que esgrimen para autoconverse de que valoran y estiman a alguien. Estamos por encima de todo eso, lo sabes y lo sé, por eso los "te quiero", los "gracias" y los "cariño" sobran. Prefiero un "¿todo bien?" tras un par de días sin hablar, o una crisis de ansiedad tras desagregarnos y hacer experimentos, o mis intentos de aconsejarte cuando todo va casi perfecto, o que racionalices mis dudas, mis miedos y mis falsos y verdaderos sentimientos... Por todo eso, por todo lo que sabemos y que ya no hace falta reiterar, creo que con un felicidades y una carita sonriente basta.

Felicidades :)

Pd: ¿En serio pensabas que no te iba a felicitar?
Pd2: La foto me encanta, asi que no quiero quejas 

28 mayo 2009

16. Running out

Es curioso como la combinación de tu estado anímico, sumado al desarrollo de los hechos y a la acción de fuerzas contra las que no puedes luchar, provoque que determinadas frases de determinadas canciones cambien tu forma de acercarte afectivamente a ellas. O lo que es lo mismo: a ti, te pone; a mí, me entristece.



22 mayo 2009

15. Preadios


Esta entrada no tiene mucho sentido. Antes tenía mil cosas sobre las que escribir, aunque, es cierto, su contenido dejaba bastante que desear. Hoy, no sé muy bien por qué, sólo puedo hablar de ti. Releo esto y me río, porque una frase tan ñoña era impensable hace cinco semanas. Hace un mes era imposible que tuvieras algo de importancia en mis esquemas mentales. Sin embargo, la tienes, demasiada para que ahora pueda pensar en otra cosa.

La putada de todo esto, de que tú estés peor que yo, es que no puedo irracionalizar, con lo que me gusta. No puedo enfadarme cuando hablas de que la matrícula en la Escuela de Artes de Ourense es gratis. No puedo enfdarme porque pienso que lo de la cartera de tu madre es mentira, una simple excusa para no quedar conmigo. No puedo enfadarme porque estés callado todo el día y tenga que sacar temas estúpidos que sé que no te interesan. No puedo enfadarme por hacerme creer el otro día que no te iba a echar tanto de menos.

Últimamente pienso demasiado en cómo va a ser el [censored] día. Sinceramente, me gustaría sufrir un poco. Me gustaría que llorases, que me abrazaras mucho, que me escribieras cosas en la cara con tus dedos, que salieras al descansillo y me dieras un beso en la frente. Sé que eso no va a pasar, que todo se va a limitar a un par de polvos de despedida, a un par de besos como los de siempre, a un "ya nos veremos" falso y retraído junto a la puerta de tu habitación.

La foto de arriba me la eché el día de los abrazos y la entrada, de las llaves y la moleskine. El día en el que pensé que todo era distinto, que algo había cambiado, o que algo iba cambiar. Lo hizo, es cierto, aunque todo hayan sido palabras y frases hechas. Hoy todo es imposible [sin sangre de por medio]. Por eso, y aunque sea virtualmente, me despedido. Te abrazo y te beso en la frente, te escribo en la espalda letras que en realidad no siento, porque sé que en julio no voy a ser capaz de hacerlo.

Adios, J.

12 mayo 2009

14. Bichobola

Sí, lo reconozco, soy un cobarde. Soy un puto bichobola que construye refugios y escudos en forma de nuevas url. Sin embargo, en este punto, no soportaría que sigas leyendo lo que escribo. Quizá, dentro de unos meses, te diré que no cerré el blog, que simplemente lo transformé para poder quejarme y chillar todo aquello que callé durante mayo y junio. Quizá ,en septiembre, cuando todo haya pasado, te haré que busques en google "el corazón y los congojos" y sepas por qué elegí este título. Quizá, dentro de unos años, si nos volvemos a encontrar, si vuelves con acento gallego y sin saber conjugar de nuevo los compuestos, volveré a dejar que cotillees mis entrañas.

Ayer te iba a escribir un post diciéndote que eres gilipollas por no darte cuenta de que yo también estoy mal. Lo estoy. Mucho, no sabes cuánto. Es curioso que hace dos meses te escribiera un post diciendo que tarde o temprano te iba a dejar y que hoy tenga tantas ganas de escuchar canciones para llorar. Es curioso, porque las cosas no han cambiado tanto, a pesar de las dos palabras que clausuran el contrato que firmamos hace unos días. Si obviamos factores externos, como tu madre, tu carrera o mis cada día menores entradas al
bakala, nuestra relación sigue siendo exactamente la misma que hace sietes meses, salvo por las sonrisas estúpidas, los vuelcos al corazón y los dolores de cabeza.

El otro día te dije que era un egoísta. Lo soy, lo sigo siendo y siempre lo seré. Por eso necesito que sigas luchando por mí. El problema es que no lo estás haciendo, es que sospecho que yo no formo parte de tus objetivos, es que yo, a pesar de nuestra nueva situación, no soy "Madrid". No sé si es de mala persona pensar ahora en mí y en mis paranoias, pero, por desgracia, no puedo evitarlo. Desde luego, lo que no quiero es ser una carga más que llevarte a la espalda .Por eso me escondo, me refugio en Mecano y rezo, no sé muy bien a quién, para que llegue septiembre y saber qué va a pasar.

Un
bichobola cualquiera, que se esconde entre sus sábanas madrileñas y que te pide que te quedes.